¡Cuanta indolencia y culpabilidad cruzada en las redes sociales! Que fácil resulta culpar a los otros sobre las dificultades que se viven, satanizando y polarizando todos los actos presentes y pasados, lo bueno y lo malo; desde personas que lo manifiestan abiertamente, hasta redes y medios sociales que lanzan chispas informáticas, publicando contenidos que aparentemente expresan una opinión, pero totalmente carente de objetividad. Se publican fotos mostrando solamente lo que se quiere mostrar y se refuerzan con un título sugestivo para llevar al espectador a pensar de la misma manera desenfocada, que aquella persona que la subió a las redes.

No estoy diciendo que haya unas personas buenas y otras malas; de ser así estaría cayendo en el mismo juego desinformativo, solo opino que resulta importante y constructivo que la información que vayamos a compartir, permita que el lector pueda entender que son muchas las variables que llevan al ser humano a actuar de determinadas maneras, algunas educativas, constructivas y sanas, mientras que otras desadaptativas, destructivas y enfermas; que la información que se lea esté escrita con respeto y objetividad, sin expresiones emocionales que inciten más a los lectores a cargarse de resentimientos y odios y a adoptar posiciones polarizadas que posiblemente estén infundados; que se pueda entender que la transformación y el progreso no se logra con destrucción y regresión, que opinar forma parte de nuestra libre expresión, pero que esta opinión debe ser emitida responsable y proactivamente; que al ser gregarios, nuestra naturaleza nos lleva a vivir en comunidad, pero que en esta comunidad cada quien debe adoptar su propio rol y luchar pacífica y empáticamente por el bienestar individual y colectivo; y sobre todo entender que el daño, sea el que sea, emocional, afectivo, físico, locativo,.. no perjudica solo a unos, perjudica a la comunidad, y que los deberes y derechos forman parte de un continuo en donde los deberes de unos se fusionan con los derechos de los otros y viceversa.

Esta información responsable debe ser coherente con la opinión que se tenga; resulta inentendible que nos quejemos y juzguemos a otros por maltrato, agresión, violencia, etc., con mensajes y noticias en las redes sociales, cargados de ira y destrucción, utilizándolas para incitar a la polarización, que al fin de cuentas puede terminar en más violencia.

Con esta opinión solo quiero reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos aquellas personas que adoptamos una posición activa en las redes sociales y que un uso propositivo de ellas, puede ser altamente beneficioso para una convivencia saludable y un equilibrio de vida individual y colectiva.

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